Sky Sports informó de forma rotunda que el traspaso de Romelu Lukaku al Manchester United estaba cerrado por una operación cercana a los 75 millones de libras. Cuando la gran corriente de rumores colocaba al delantero belga en las filas del Chelsea la próxima temporada, parece que el gran foco se ha dirigido a Old Trafford, donde Jose Mourinho le espera con los brazos abiertos.
Vuelve a producirse un nuevo capítulo de la historia de "amor económico" que escribió el pasado verano Mino Raiola con el Manchester United. Durante la pasada temporada 2016/17, en las filas del conjunto Red Devil, fueron hasta 3 futbolistas representados por el agente italiano quienes defendieron los colores del equipo de Manchester tras llegar en verano.
Zlatan Ibrahimovic, Paul Pogba y Mkhitaryan se convertían hace un año en futbolistas del Manchester United, reforzando una plantilla que, por aquel entonces, se erigía como uno de los grandes candidatos a ganar la Premier League. La mina de oro de Raiola colocó las primeras piedras de una historia de amor que, parece ser, tendrá nuevo capítulo multimillonario este verano, ya que Romelu Lukaku está representado por el italiano.
Una nueva operación estratosférica que llenará las arcas de Goodison Park, que supondrá un megacontrato para la joven estrella belga y que, muy seguramente, volverá a dejar una inmensa comisión para Raiola. Lo ha vuelto a hacer. El futuro de Lukaku parecía claro: quería salir sí o sí. El único 'pero' era el destino final, ya que sonaban principalmente dos localizaciones bien separadas en la geografía británica, como son Londres y Manchester, pero finalmente, tras un cambio de guión inesperado digno de la megaproducción "Los Otros", parece que será la ciudad de Oasis el desenlace final.
Uno de los grandes traspasos del verano en Inglaterra y en el fútbol europeo. Uno de los grandes desembolsos económicos que se une, así, a la nueva corriente de megaoperaciones en las que estratosféricas cifras y cantidades adquieren un valor menos fantasioso, menos platónico, y empiezan a normalizarse. Mino Raiola parece sonreír ante este nuevo horizonte deportivo-económico que se ha instaurado en el mundo del fútbol.