El horizonte es algo universal, existente en cualquier punto del planeta. En el mar, en un desierto, en el campo. La mirada al frente, y allí aparecerá, fijo, ya sea irregular o con su clásica línea horizontal. Sin embargo, el contexto, el filtro del observador, hará que sea positivo, hará que sea negativo. El receptor de sus reflejos verá tormenta o verá el más grande de los anticiclones, pero la base será la misma: un horizonte.
El Everton se ha convertido en el gran animador del mercado de fichajes en Inglaterra debido a una serie de grandes incorporaciones y traspasos que le convierten en el líder consolidado de inversión, rozando los 100 millones de euros de gasto. Por si sus 6 incorporaciones de renombre (creando una plantilla de excelente nivel) fueran poco, también se ha convertido en el club vendedor de uno de los megatraspasos del verano, con la venta de Romelu Lukaku al Manchester United por unos 85 millones de euros (más variables). En resumidas cuentas, son el gran foco del verano en las islas británicas, y seguramente en el fútbol europeo, con permiso del AC Milan.
Sin embargo, pese a que el proyecto Toffee para la temporada 2017/18 tiene un poder atracción interesante, pese a que están recargando la barra de la ilusión en la zona azul de la ciudad de Liverpool, realmente no están claros cuáles son sus objetivos, y evidentemente no es posible realizar un análisis concreto de su potencial. El Everton volverá a disputar torneo europeo, con la Europa League 2017/18. Una temporada exigente a nivel deportivo que, evidentemente, ha provocado que el club tenga que reforzarse de forma notable para hacer frente al reto, y lo han venido haciendo desde el inicio de mercado con futbolistas de nivel y jóvenes.
¿A qué aspira este Everton? Sus fichajes han generado un aura especial, una ilusión y una expectación absolutos de cara al próximo curso deportivo. Goodison Park tendrá uno de los grandes focos mediáticos al inicio de Premier League a mediados del mes de agosto. Sin lugar a dudas. Pero, ¿es el conjunto de Ronald Koeman aspirante a todo? ¿Aspiran a ganar la Liga Inglesa? ¿Es el torneo europeo su objetivo realmente?
Es la cuestión. Se están reforzando muy bien, de forma efectiva, de forma rápida, y según los rumores a los ya oficiales pueden incorporarse más futbolistas de primer nivel en el torneo británico, pero ¿hacia dónde van? ¿Tiene sentido el desembolso, los refuerzos, para hacer frente realmente a potencias como Chelsea (actual campeón), los clubes de Manchester, Arsenal, Liverpool o Tottenham? ¿Está el proyecto Tofee orientado a pelear seriamente, de tú a tú el torneo, o es un proyecto a largo plazo?
Wayne Rooney es la última novedad del proyecto. Durante su presentación oficial frente a la prensa, junto a su nuevo entrenador, Ronald Koeman, las preguntas sobre el horizonte del equipo fueron tema de debate entre los periodistas. El técnico neerlandés intentó desviar las preguntas excusándose en que no era el mejor día para ello, ya que el protagonista era Wayne y en la siguiente rueda de prensa no tendría problema alguno en contestar a las inquietudes sobre cómo está transcurriendo el verano en las oficinas de Goodison.
El técnico del Everton será clave. Los fichajes, a priori, son positivos, son jugadores que ya han demostrado su gran nivel, pero ahora deben funcionar a la perfección, deben engrasar la maquinaria del fútbol, del proyecto efectivo, y entonces ir tachando fechas en el calendario para ver si los resultados acompañan, o no. Al fin y al cabo, el mundo del fútbol trata de eso. Un proyecto es positivo, o negativo, en función de los resultados.
El Everton 2017/18 tiene una pinta excelente, entraría en cualquier menú selecto de hotel 5 estrellas, pero lo realmente importante son las consecuencias, si el cliente sale satisfecho, más allá de si el cocinero está feliz por su trabajo bien hecho.
