Bruce Willis está sudando, y no por el calor veraniego que asola el territorio español. Está tenso, mirando el móvil, esperando un Whatsapp que no llegará, porque es ficción, pero el guión del verano en el Atlético de Madrid igualaría cualquier parte de la saga Jungla de Cristal.
El conjunto de la capital madrileña está viviendo semanas tensas, con temas de actualidad que, lejos de ser tranquilos y positivos, están sacando a relucir el nuevo y recientemente estrenado escudo colchonero. Pero en materia negativa. Lejos de lo que a muchos integrantes de la familia rojiblanca les gustaría. Varias corrientes del mercado de traspasos que han hecho plantear sobre la mesa partidas de póker dignas de la mayor de las producciones cinematográficas de espías.
Primero fue Antoine Griezmann. Días después de finalizar la temporada, la máxima estrella del Atlético de Madrid era protagonista en un conocido programa televisivo de su país, en Francia. El rumor de que el Manchester United, Mourinho más concretamente, estaba muy interesado en su fichaje ya sobrevolaba la actualidad del fútbol español y europeo. El conjunto de Old Trafford era una amenaza deportiva y económica para hacer realidad el traspaso del delantero francés a la Premier League este verano. Ante esta situación, la pregunta en la TV francesa era de esperar: "¿Qué probabilidad de irte al Manchester United hay?". Griezmann, casi sin pensarlo, respondió que 60%. Margen igualado, pero ¿por qué decantaba levemente la balanza a favor de su adiós si era la gran estrella del Atlético? El rumor cogió fuerza durante más de una semana, hasta que llegó de forma oficial su renovación. Era el primer gran fuego a apagar desde el club. Bruce Willis no podía creer que sus vacaciones estaban en peligro.
Semanas después, lo que era un rumor de meses, se confirmaba. Theo Hernández, que había jugado cedido en las filas del CD Alavés, se marchaba al Real Madrid, al eterno rival, poniendo en duda el supuesto pacto de no-agresión entre las dos entidades de Madrid. La supuesta traición, el cambio de acera en la capital que volvía a colocar en la diana del escaparate mediático al conjunto del futuro Wanda Metropolitano. Ahora, sí, hubo consecuencias. Uno de sus futbolistas, uno de los jugadores que más destacaron la pasada temporada en el futbol español, se marchaba al gran rival a evitar. Bruce Willis sigue teniendo el helicóptero preparado por si es necesario actuar.
Y ahora, el gran culebrón: Vitolo. El Atlético de Madrid sufre una sanción impuesta por la FIFA, por lo que no puede reforzar su plantilla hasta el próximo mercado de fichajes en enero. Pero sí fichar, sí realizar fichajes. En ese ámbito, en ese contexto, el interés del club rojiblanco por hacerse con los servicios de Vitolo, jugador del Sevilla, fue uno de los grandes rumores del mercado colchonero. La operación era clara: ficharle y cederle a Las Palmas hasta enero. Gran objetivo y deseo de Simeone. Pero pasaban los días, pasaban las semanas, y Vitolo seguía sin ser jugador colchonero. Ante esta situación, José Castro, Presidente del Sevilla, en un acto de orgullo, afirmó de forma rotunda que, mientras otros se dedicaban a hablar, ellos habían actuado, y Vitolo había renovado por 5 años más. Pero no. Horas después, al día siguiente, el jugador viajaba a Madrid para oficializar su fichaje por el Atlético y su posterior cesión a Las Palmas. El culebrón daba un giro inesperado digno de la mejor producción televisiva venezolana. Aquí fue cuando Bruce Willis se puso tenso, cuando vio su smartphone repleto de WhatsApp. Por suerte, para él y para el mundo, no ha actuado.
Un verano tenso, lleno de idas y venidas, alejado de la tranquilidad mediática que se le debe presuponer a uno de los clubes más potentes deportivamente del fútbol europeo. Jugadores que suenan para irse, otros que firman traiciones sentimentales y culebrones con final feliz, pero con capítulos inesperados. Así está siendo el verano del aficionado rojiblanco, que está en alerta a diario por lo que pueda pasar en cualquier momento.
