El AC Milan se ha convertido en el gran protagonista del mercado europeo, y mundial. El conjunto italiano recibía dinero fresco en sus arcas cuando un consorcio chino adquirió más del 99% del club, y tras comenzar el actual periodo de fichajes, han acelerado su gestión para reforzar una plantilla que busca recuperar el territorio perdido a nivel institucional y deportivo en Italia y Europa.
Una gestión directa, sin tapujos, a golpe de talonario, que ya ha convertido en nuevos jugadores rossoneri a profesionales como Bonucci, André Silva, Andrea Conti, Ricardo Rodríguez, Calhanoglu, Musacchio, Borini (cedido), Lucas Biglia, a quienes se le suma la renovación de Gianluigi Donnarumma, uno de los porteros con más proyección del fútbol mundial.
Enciendo mi PSOne, con mi Memory Card de 32 megas introducida, con mi dual shock, y con mis videojuegos de fútbol listos y preparados. O trasladándome a mi pc, cuando PC Fútbol o Football Manager hacían las delicias. Me apasionaba hacer aquello. Era de los que usaba las clases de Tutoría en el colegio, primero, y en el instituto, luego, para hacer listas de jugadores y compararlas con las de mis compañeros de clase. Esa era la motivación, dejarnos llevar por la fantasía.
Este equipo recuerda a aquella etapa de nuestras infancias, o adolescencias, en las que dedicábamos horas y horas al Pro Evolution Soccer o al FIFA editando nuestras plantillas, fichando a los jugadores de nuestros sueños, creando equipos fantásticos, fantasiosos, de un nivel descomunal. Este AC Milan ya suma 190 millones de euros de inversión en menos de dos meses de mercado, y todavía (así lo aseguran las informaciones desde la Península Itálica) faltaría una de las grandes bombas del mercado, con un delantero de primer nivel que se convirtiera en la guinda del pastel. Un verano estratosférico que, a su vez, guarda dos posibles hándicaps.
Por un lado, Montella tiene la gran presión de hacer funcionar un megaproyecto que, a su vez, es es nuevo, deberá hacer encajar las piezas para que las altas expectativas se cumplan y todo fluya. Por otro lado, la presión de una plantilla con una inversión superior a los 200 millones cuando finalice el mercado. No pueden permitirse fallar, ni caer. Han despertado una ilusión enorme en Milán, han generado un hype gigantesco este verano, pero al mismo tiempo deberán estar a la altura, puesto que todo lo que no sea volver a ganar títulos la próxima temporada generará críticas durísimas, y al mismo tiempo una desilusión de dimensiones gigantescas.
Un proyecto de ensueño, de pura fantasía, digno de trabajo de fin de grado en la Escuela de Magia y Hechicería en Hogwarts.
