Un vestuario repleto de estrellas, de jugadores millonarios, algunos de ellos llegando a Old Trafford tras imponentes y totalitarios golpes de mercado, a base de talonario. Futbolistas mediáticos, conocidos en cualquier rincón del planeta, por minúsculo que sea. Sin embargo, ahí también convive a diario, en la rutina del Manchester United, un futbolista que parece existir en el segundo plano mediático, casi en silencio, sin los grandes titulares de otros.
Se trata de Jesse Lingard, el extremo inglés que se ha convertido en pieza clave para Mourinho sin que el eco popular haya exclamado todavía. Su amistad con Paul Pogba y, ahora, Lukaku le ha permitido ganar espacio a nivel mediático, pero su caché internacional todavía parece estar lejos de los grandes jugones mundiales. Sin embargo, es clave, casi fijo. Entran y salen futbolistas del once del conjunto de Manchester, pero en prácticamente todos se localiza la figura de ese jugador de físico pequeño, inquieto, de calidad exquisita, de visión de juego excelente y de técnica perfeccionada.
Lingard se ha convertido, quizás junto a Ander Herrera, en dos piezas clave del esquema de Mourinho, compartiendo ambos dos aspectos: importancia y trabajo silencioso. Los flashes giran en torno a jugadores como Pogba, Lukaku, Rashford o De Gea, pero ahí están los dos, como si su fútbol fuera menos relevante, menos importante, cuando realmente es todo lo contrario. Cada uno en su faceta, cada uno haciendo su trabajo. En el caso del inglés, dejando sin los minutos esperados (y en consecuencia convirtiendo su fichaje en decepcionante) a un jugador como Martial, quien llegaba procedente del Mónaco hace dos temporadas tras un increíble pago de 80 millones de euros.
Rashford entra y sale de la alineación. Algo similar ocurre con jugadores como Juan Mata o Mkhitaryan. Jugadores que cuentan con un gran foco mediático, y que van alternando sus presencias según los diferentes torneos que disputa el conjunto de Old Trafford. Pero ahí permanece el bueno de Jesse Lingard, casi silenciado, ofreciendo soluciones efectivas y tácticas a un Mourinho que sigue dándole las oportunidades que merece su rendimiento.
El nexo perfecto entre centro del campo, juego exterior y ataque. Un futbolista que suele variar de costado cuando el encuentro lo precisa, cuando sus rivales consiguen anularle, pero que siempre rinde por encima de las notas mediáticas, de la exaltación de la grada, de los titulares de la prensa.
Frente al Real Madrid, en la pasada UEFA Supercopa en Skojpe, volvió a aparecer en la sombra, creando problemas a uno de los mejores laterales del mundo actualmente, como es Dani Carvajal. Soluciones viables, efectivas, rompiendo líneas, abriendo espacios, creando huecos e incluso animándose de cara a portería. Un Lingard que sigue firmando buenos partidos. Un canterano del Manchester United que se ha consolidado de forma óptima en la dinámica deportiva del equipo con uno de los entrenadores más exigentes del planeta.
Jesse Lingard, la eficiencia silenciada.