Recientemente, Instagram emitió un comunicado en su blog oficial en el que comunicaba que la opción Stories llegaría a la versión web de la plataforma. Instagram nació como una app para IOS, para luego ser lanzada en Android y Windows Phone. Pero siempre con su base clara: ser una red social de fotografía para smartphones. Con el paso de los años ha ido creciendo y evolucionando, adaptándose a las necesidades de mercado, convirtiéndose en la gran referencia de uso diario y peleando de tú a tú con otras plataformas ya asentadas como Facebook, YouTube o Twitter.
Con el tiempo, su base nativa de smartphone fue abriéndose al ámbito web. Lanzaron su versión para navegadores web, donde podían verse las fotografías y vídeos como puede realizarse en la app móvil. Y ahora, más cambios. Ahora llegarán los Stories, una de las claves por las que Instagram ha superado y batido a su rival, Snapchat. Instagram Stories estarán presentes en ordenadores y parece que pronto podría llegar la opción de subir contenidos desde el propio ordenador.
La pregunta es, ¿qué puede ofrecer esta opción a un servicio que se basa en la fugacidad, en lo instantáneo? Nos hemos cansado a ver millones de fotos de comida, de pies, de atardeceres, de mascotas. Contenidos del momento, que surgen ese preciso y concreto instante. ¿Qué función y utilidad podrían tener desde un ordenador? Los creadores seguramente ya tengan la respuesta, y de ello vengo a hablar en este post.
Instagram se ha convertido en una gran herramienta para potenciar una marca personal. Tener una marca personal hoy en día es prácticamente obligatorio para todo aquel profesional que esté en contacto con temas de información, creatividad, márketing o publicidad. Sin duda, un creador que genere sus propios contenidos más allá del "Hola, estoy tomándome un café, la tarde es soleada y todo guay" tendrá una interesante opción para seguir compartiendo sus contenidos. Ya no habrá que crear contenidos editados y tener que vivir una travesía por mails adjuntos, por herramientas como AirDrop. Poder subirlos directamente facilitaría mucho las cosas, haría menores los tiempos y economizaría mucho el trabajo.
Evidentemente, este tipo de planteamientos no es obligado para ningún usuario. Quien consuma Instagram desde su smartphone seguirá haciéndolo (y disfrutando) como siempre, pero quien además usa esta red social como herramienta de trabajo verá a su favor una función que, sinceramente, un servidor espera desde hace mucho tiempo.