Jose Mourinho durante el Liverpool-Manchester United en Anfield (Shaun Botterill/Getty Images Europe)
El Liverpool recibía al Manchester United en el gran duelo del fin de semana liguero en Inglaterra. El encuentro decepcionó, seguramente. El Liverpool mantiene su estatus de equipo que crea muchas ocasiones, pero no es el máximo goleador y el Manchester United salió al césped a no perder... y lo consiguió. El estadio del conjunto Red se puso de gala, con nueva grada dedicada a Kenny Dalglish incluida, y la foto refleja a la perfección la magnitud del fútbol como espectáculo.
Protagonistas principales, secundarios, aficionados. Todos pendientes de ese esférico que rueda de un lado a otro, pendientes del un balón que durante más de 90 minutos sobrevive a una lucha de posesiones que batallan por hacerse con su control. Mourinho está habituado a la presión, a ser foco total de las miradas, y la espectacular fotografía de Shaun Botterill refleja una realidad vivida en Anfield. En la banda, junto al banquillo, miles de aficionados a sus espaldas presionando, gritando, aplaudiendo, vibrando, bajo un sol que abrazaba la ciudad de Liverpool y que, seguramente, estaban pendientes de cada uno de los movimientos del técnico portugués.