El Valencia no vive el mejor momento de su historia. Un periodo que ya dura varios años, que muchos sueñan que acabe, que muchas desean que finalice más pronto que tarde. Sin embargo, en ese contexto de travesía por el desierto, de preocupación total y absoluta, una ilusión, un estímulo.
Javi Guerra es una de las mejores noticias del conjunto valencianista desde el tramo final de la pasada campaña. El joven canterano del Valencia no sólo irrumpió con fuerza el pasado curso deportivo, sino que ya empieza a mostrar síntomas de ser una realidad cada vez más interesante.
Una realidad, la de su presencia en la primera plantilla, que ilusiona, que enamora, que maravilla. Javi Guerra es el mejor futbolista de la actual plantilla del Valencia, y lo es teniendo en cuenta que hace algo menos de seis meses no había tenido prácticamente minutos con el equipo. Su gol contra el Real Valladolid fue, además de clave para la salvación de los blanquinegros, el primer impacto emocional para una grada de Mestalla que acude a su asiento por puro ritual, por pura rutina, sin pensar realmente en lo que está pasando. Si pensaran, si pensaran objetivamente, seguramente la asistencia media del coliseo valencianista bajaría considerablemente.
Y esas aficionadas y aficionados acuden por jugadores como Javi Guerra. Me ocurre a mí. Me pasa a mí cuando el balón echa a rodar y sé que el futbolista es titular. Es un jugador diferente, especial, mágico, diferencial. Cuando la pelota cae en sus pies, todo adquiere un clima adverso a lo ofrecido por el equipo.
En espacios cortos, en carrera, físicamente, su golpeo desde larga distancia, su calidad innata, su desparpajo. Son muchas las razones que convierten a Javi Guerra en uno de los jugones del fútbol español. Son muchos los argumentos para seguirle de cerca. Son muchos los aspectos que ofrece para ver un partido de fútbol. En el contexto gris (casi negro) del Valencia, el canterano brilla con luz propia.
Javi pertenece a ese selecto grupo de jugadores que marcan las diferencias de forma magistral. Todo ello con apenas 20 años. Todo ello teniendo en cuenta que no ha disputado una sola temporada completa en Primera División. Todo ello, sencillamente, siendo un futbolista muy especial.
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