Desde hace un tiempo he intentado sanear mi uso del móvil. Nunca he considerado tener adicción al móvil, pero es cierto que algunas veces me he dado cuenta que he caído en el error de abrir una app sin ton ni son, buscando algo que no encuentro, y dándole arriba y abajo con el dedo. Estoy seguro de que no es aburrimiento. Es algo más, algo que se me escapa. Algo así como una pequeña adición.
No digo que no tenga adicción a las redes sociales. La tengo, pero todas ellas en ordenador. Si me apetece entrar, tengo que ir al ordenador. Por ello, muchas veces acabo no entrando. Por pereza, unas veces. Por no tener el ordenador, las otras.
La excepción es Twitter. Seguramente, es mi red social favorita, la que más me ha ayudado, la que más me ha aportado y la que más me ha permitido progresar laboralmente. Por ello, junto a YouTube, es la única que nunca he desinstalado.
Digamos que actualmente sólo tengo tres apps de redes sociales en mi móvil. Las ya citadas Twitter y YouTube, y Vero. Escribí hace poco sobre mi vuelta a Vero. Se trata de una red social de fotografía (principalmente) que me tiene muy interesado. La calidad de las fotografías, la calidad de muchas de ellas, la gran exposición y alcance de publicaciones (no tiene algoritmos), y su orden cronológico. Me siento muy cómodo usando esta app. Aunque, como he dicho líneas atrás, también tengo la app de escritorio en el ordenador.
Pero sí he desinstalado otras. Bastantes. Las últimas han sido Instagram y TikTok. Lo he hecho porque me he visto muchas veces perdiendo el tiempo de forma preocupante. Son adictivas y cuando me di cuenta de ellos, stop. Lo tuve claro. He escrito mucho sobre TikTok y cómo he conseguido crear una comunidad de varios millares de seguidores, con varios vídeos virales. Pero ya. Más allá de subir mis contenidos, no me aporta demasiado y al final acabo perdiendo minutos de mi día viendo vídeos repetitivos que personalmente no me aportan. La de Instagram ya me la quité hace algún tiempo por lo mismo, y porque se ha convertido en una red social vendida al negocio.
Mientras escribía este post he pensado en si Spotify puede ser considerada una red social. Lo sea, o no, debo confesar que es otra app que uso bastante porque estoy suscrito a muchos podcasts.
Comments