Rúben Amorim aterrizó en Old Trafford buscando dar la vuelta a un proyecto red devil que, un año más, parecía sin rumbo. Varios meses después, spoiler: no ha pasado. El proyecto mancuniano sigue su estela irregular desde la salida de Sir Alex Ferguson, allá por 2013. Una larga sombra, la del escocés, que ha convertido una potencia histórica del fútbol inglés, británico y europeo, en un largo historial de llegadas y salidas, de idas y venidas, con múltiples cambios que han acabado transformándolo todo. Y no. Rúben Amorim tampoco lo está consiguiendo.
La dinámica desde la llegada del portugués ha generado un escenario cuanto menos curioso. El Manchester United ha plantado cara en grandes citas como ante el Arsenal, Manchester City o Liverpool, pero, en cambio, por el contrario, ha tropezado en citas en las que, a priori, debería haber sido favorito, como contra el Bournemouth, Nottingham Forest, Brighton, Ipswich Town o Wolverhampton.
Por un lado, ilusión, potencial. Por otro lado, chafón, sorpresas desagradables.
Komentar